Es un sistema terapéutico en el que se utilizan potentes imanes (no electrificados, ni conectados a máquinas electrónicas) para combatir parásitos, bacterias, hongos, virus y otros gérmenes que son la causa de diversas enfermedades. La energía magnética tiene el poder de neutralizar ciertos puntos del cuerpo donde existe un desbalance de pH (potencial de hidrógeno). Los imanes han sido utilizados para fines curativos desde hace milenios en muchas culturas y rumbos del planeta.

El pH va cambiando durante el día, el desbalance en nuestro campo electromagnético se debe a que nuestro pH se vuelve por lo general demasiado ácido. Mientras el organismo trata de buscar el equilibrio entre estos campos magnéticos, diversas enfermedades pueden surgir de ello. Si se aplica la técnica del biomagnetismo apropiadamente, se puede recuperar ese balance perdido. Según este tratamiento, la recuperación de la salud es correlativa al equilibrio de los campos magnéticos del organismo.

La enfermedad se localiza en el órgano o en el tejido en desequilibrio entre cargas positivas y negativas. Si se corrige la alteración iónica, desaparece el problema, ya que se retorna al punto de equilibrio. De esto se encarga el biomagnetismo, gracias a su fuerza o energía de polaridad; la polaridad negativa es capaz de impactar a una carga patológica similar a los que se anulan al encontrarse con la carga positiva.

En el campo científico, todo cuerpo biológico con vida es, a la vez, un campo electromagnético que fluctúa entre la positividad y la negatividad. El pH es la medida en que los cuerpos se encuentran en equilibrio o desequilibrio según su campo electromagnético. El pH balanceado es 7, mientras que la medida menor a 7 es ácida y mayor a esa es alcalina.

El biomagnetismo es compatible con cualquier otra forma de terapia (homeopatía, medicina convencional o alopatía, medicina china, flores de Bach, Reiki, etc.) que también puede utilizarse simultáneamente con tratamientos de medicina convencional.

Tratamiento:

En una sesión de biomagnetismo el paciente se acuesta vestido y boca arriba en la camilla. Permanecerá tumbado de 20 a 30 minutos con los imanes colocados.

Contraindicaciones:

No se puede aplicar los imanes en personas que tengan marcapasos  o aparatos dentro del cuerpo que utilicen pila o batería, durante el embarazo o en caso de tratamiento de quimioterapia o radioterapia, entre 6 meses a 1 año después de haber finalizado este tratamiento.

Limitaciones:

Al ser un tratamiento externo, esencialmente no invasivo, no produce efectos colaterales o adversos, sin embargo sus limitaciones son aquellas enfermedades en que se haya producido un daño estructural irreversible, de huesos, órganos o tejidos, y en que las posibilidades de regeneración estén disminuidas por la edad, por cirugías o por acumulación de efectos secundarios de medicamentos durante un largo período de tiempo. En consecuencia la probabilidad de mejores resultados aplicando el Biomagnetismo, aumenta mientras menos tiempo haya pasado desde la aparición de la enfermedad.

Para pedir cita

Más información: Programa rápido de biomagnetismo

Más información: Acupuntura

Más información: Reiki